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Las Comunidades Energéticas Locales, como CEL, son una nueva forma de entender la energía con un fuerte componente social. Buscan que la gente y los pequeños negocios vuelvan a tener poder sobre algo tan esencial como la energía. Aunque nacieron de iniciativas ciudadanas en diferentes partes del mundo, hoy en día también cuentan con el apoyo de gobiernos y leyes, tanto a nivel europeo como nacional.

Se presenta como una opción muy valiosa para afrontar los retos del cambio climático y avanzar hacia una transición energética más justa y abierta a todos

El objetivo principal de las Comunidades Energéticas no es ganar dinero, sino generar un impacto positivo en el entorno: cuidar el medioambiente, fortalecer la economía local y mejorar la vida de las personas. Quienes forman parte de estas comunidades participan activamente en decisiones sobre cómo se produce, se gestiona y se consume la energía.

Las Comunidades Energéticas tienen unos beneficios muy concretos.

1. Beneficios sociales:

  • Dan voz a los vecinos, pequeñas empresas y ayuntamientos en todo lo relacionado con la energía, lo que ayuda a repartir el poder de forma más equitativa.
  • Ayudan a combatir la pobreza energética, haciendo que la energía sea más accesible para personas con menos recursos.
  • Fortalecen los lazos dentro de la comunidad.
  • Generan empleo local, ya que las instalaciones y el mantenimiento suelen estar en manos de empresas de la zona.
  • Mejoran la educación y la conciencia sobre cómo usar la energía de forma eficiente y sostenible, impulsando hábitos más responsables.

2. Beneficios económicos:

  • Los socios pueden ahorrar entre un 20% y un 40% en su factura de la luz gracias al autoconsumo compartido.
  • Abren la puerta a subvenciones públicas que pueden cubrir gran parte de la inversión inicial y acelerar la recuperación del dinero invertido.
  • Permiten vender el exceso de energía a la red, lo que genera ingresos extra para la comunidad.
  • Fomentan la independencia energética, reduciendo la dependencia de otras fuentes y protegiendo frente a los cambios de precio.

3. Beneficios medioambientales:

  • Reducen las emisiones contaminantes al apostar por energías renovables como la solar, eólica o la biomasa, ayudando en la lucha contra el cambio climático.
  • Apoyan un modelo energético más sostenible y con menos impacto ambiental.
  • Mejoran el uso de la energía, evitando desperdicios y reduciendo la necesidad de usar recursos no renovables.

¿Por Qué Unirte a una Comunidad Energética Local Cambiará tu Vida?

Formar parte de una Comunidad Energética Local (CEL) no es solo una nueva forma de consumir energía: es un compromiso real con un futuro más justo, sostenible y libre de grandes oligopolios.

Al participar activamente en una CEL:

  • Estás contribuyendo a frenar la emergencia climática.

  • Apoyas un modelo renovable, descentralizado y accesible para todos.

  • Promueves la independencia energética de tu comunidad.

Además, tu participación genera beneficios tangibles:

  • Reduce la pobreza energética en tu entorno.

  • Impulsa la economía local, con empleo y ahorro.

  • Fomenta una economía circular, donde los beneficios se quedan en tu territorio.

Y lo más valioso: una CEL no es solo energía, es comunidad: conectarás con tus vecinos, colaborarás en decisiones colectivas y construirás redes de apoyo que fortalecen el tejido social.

No se trata solo de kilovatios, sino de valores, justicia y pertenencia

«Ser parte de una comunidad energética local es una forma concreta y poderosa de demostrar que otro modelo es posible: más democrático, más justo, más humano»

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