Skip to main content

La figura de la Comunidad Energética lleva un tiemplo implantándose por toda Europa gracias a la valentía de comunidades y grupos de ciudadanía decididos a ser protagonistas de la energía que consumen en su día a día.

Por ello, este artículo busca mostrar a los lectores casos de éxito en otros países europeos con el fin de animar y motivar a los ciudadanos a ser impulsores de Comunidades Energéticas en sus municipios y zonas rurales y así comprobar con sus propios ojos que esta iniciativa realmente funciona y existe.

Chamole, una pequeña comunidad muy inspiradora

Uno de los primeros casos de éxito se encuentra en Chamole, Francia, un pequeño pueblo de apenas 140 habitantes. En 2007 nació allí una iniciativa que, consolidada como proyecto ciudadano en 2015, apostó por la energía eólica con un enfoque más ecológico que económico. El parque cuenta con seis turbinas de 3 MW cada una; una de ellas está gestionada por la comunidad local y, en conjunto, cubren el consumo de hasta 36.000 personas. Solo la turbina ciudadana superó los 7.000 MWh en su primer año de funcionamiento, en 2019.

El proyecto es fruto de una alianza entre cinco actores: el ayuntamiento, una cooperativa ciudadana, una herramienta territorial de apoyo a renovables, una empresa regional y un fondo nacional. La cooperativa reúne a más de 600 ciudadanos organizados en 40 clubes de inversión, mostrando cómo la colaboración local puede ser clave en la transición energética.

Bicarri, una comunidad solidaria

En Biccari, un pueblo de unos 2.700 habitantes en la región de Apulia, al sur de Italia, la sostenibilidad ya forma parte del día a día. Este pequeño municipio cuenta con más de 200 kW de paneles solares en edificios públicos, alumbrado LED y farolas fotovoltaicas.

El proyecto ha avanzado rápidamente, involucrando asimismo a la administración local , que busca dar un paso más mediante la creación de una comunidad energética con el respaldo de la cooperativa energética local. Este proyecto piloto no solo busca reducir las facturas eléctricas de los participantes, sino también fomentar la participación ciudadana y promover la educación ambiental.

En colaboración con Arca Capitanata, la agencia regional de vivienda pública, se busca desarrollar la instalación de nuevos sistemas fotovoltaicos en viviendas sociales. Cada comunidad energética, una vez legalmente constituida, integrará a unas 70 familias, involucrándolas directamente en la transición energética local y beneficiándoles de un importante ahorro en sus facturas de la luz.

Groningen, un ejemplo de colaboración y cooperación

En el norte de los Países Bajos, la comunidad energética Coöperatie GOED opera en la región de Groningen con un enfoque innovador. En 2021, tras una subvención de 50.000 euros y una preparación minuciosa, se instalaron los primeros 400 paneles solares en los tejados de cooperativas de vivienda y centros de atención social.

Lo que distingue a GOED de otras iniciativas similares es su modelo de gestión: los proyectos son desarrollados por Robin Doet, una empresa que divide su tiempo entre clientes públicos y el trabajo con la cooperativa. Esta colaboración permite reducir considerablemente los costos iniciales, ya que todo el trabajo previo se financia con una tarifa fija aplicada solo a proyectos que finalmente se ejecutan.

La financiación se basa en la participación gratuita de miembros locales. Los miembros no pagan cuotas ni están obligados a invertir, salvo que el propietario del terreno lo requiera. Curiosamente, muchos proyectos arrancan cuando un propietario contacta directamente con la cooperativa y es ya la comunidad la que decide colectivamente a qué causa local destinar los beneficios, como clubes deportivos o asociaciones que apoyan a personas en situación de vulnerabilidad.

Una vez que el proyecto técnico y financiero está listo, el proyecto pasa de Robin Doet a la gestión de la cooperativa. Además, una subvención garantiza un precio mínimo para la energía, actuando como red de seguridad si el mercado no ofrece precios competitivos.

Actualmente, GOED cuenta con 0,8 MW instalados y otros 0,4 MW en desarrollo, además de estar construyendo un parque solar de 1,6 MW. Con 500 miembros activos y una estructura que permite participar en las decisiones tanto presencialmente como a distancia, esta cooperativa se ha convertido en un modelo de inclusión y democracia energética, donde los beneficios también regresan a la comunidad.

Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.