Las comunidades energéticas son agrupaciones de ciudadanos, empresas o instituciones que colaboran para producir, gestionar y consumir energía de forma local, sostenible y compartida. Su objetivo principal es transformar el modelo energético tradicional hacia uno más descentralizado, participativo y respetuoso con el medio ambiente.
A continuación, veremos las actividades que puede realizar una Comunidad Energética.
Producción local de energía renovable
Uno de los pilares fundamentales de estas iniciativas es la generación de energía limpia. Ya sea mediante paneles solares fotovoltaicos, pequeñas turbinas eólicas o instalaciones similares, los propios integrantes producen la electricidad que después consumen. Esto reduce la dependencia de las grandes compañías eléctricas y fomenta la autosuficiencia energética.
Consumo compartido y ahorro en la factura
Más allá de la producción, el autoconsumo colectivo permite que la energía generada se distribuya entre los miembros de la comunidad. Este modelo de reparto energético favorece una mayor eficiencia y, en muchos casos, conlleva una disminución significativa de los costes energéticos para los hogares y negocios implicados.
Uso de tecnologías inteligentes para la gestión energética
Las comunidades energéticas suelen incorporar herramientas digitales avanzadas para gestionar de forma inteligente el uso de la energía. A través de plataformas de monitorización y gestión, es posible optimizar los horarios de consumo, distribuir los excedentes energéticos o planificar el uso de los recursos disponibles con mayor precisión.
Educación y concienciación sobre el uso de la energía
Uno de los aspectos más enriquecedores es la dimensión educativa. Muchas comunidades promueven actividades formativas, charlas, talleres y proyectos pedagógicos orientados a mejorar el conocimiento ciudadano sobre el funcionamiento del sistema energético, el ahorro energético y la importancia de una transición energética justa.
Reforma y rehabilitación de edificios para la eficiencia energética
Otro eje de actuación es la mejora del parque inmobiliario. Se fomentan reformas en edificios y viviendas que incluyen desde el refuerzo del aislamiento térmico hasta la modernización de los sistemas de calefacción y ventilación. Estas medidas mejoran la eficiencia energética global y reducen la demanda energética innecesaria.
Sistemas de almacenamiento energético
Para cubrir la demanda en momentos sin generación renovable, se integran soluciones de almacenamiento. Las baterías, especialmente de ion-litio, permiten guardar el excedente de energía para su uso posterior. Aunque ya son efectivas, existen otras tecnologías emergentes que apuntan a ser aún más sostenibles y de menor impacto ambiental.
Integración de movilidad eléctrica sostenible
Muchas comunidades energéticas están ampliando su impacto incluyendo propuestas de movilidad eléctrica. Se instalan puntos de recarga y se desarrollan iniciativas de coche compartido o movilidad colectiva, extendiendo así el modelo sostenible más allá del ámbito doméstico.